JUGLARES: septiembre 2014

domingo, 7 de septiembre de 2014

PATRIMONIO ORAL II

Norberto Pérez, José Burgos, Miguel
Angel Castilla y Jose Antonio Petro

María de los Santos Solipá Diaz

Rafaél Pérez López

Mery Suescún

Juan Ospino

Manuel Troncoso

Robinson Peñata

Rosa Berrocal

Régulo Ospino

José Burgos y José María Pérez

Cristobal Petro

José Manuel Morales

Con Juglares en 1996

Filiberto Hernández

Carlos Dáz Barón

Efraín Cantero recibe diploma de Unisinú

Ricardo Olea

Edilberto Pestana

Con Juglares a orillas del río Sinú

José Manuel Morales

Plaza de Sabananueva

Iglesia de Sabananueva

Profesor Jaime Doria

Planchón en Sabananueva

Con Jose Antonio Petro y Juan Doria

Alfredo Martelo

Augusto Amador entrevista a Marceliano Mejía

Semillero en Sabananueva

Juventino Ojito y Milton Pérez

Ilva Chogó de Parque Cultural del Caribe
Entrega distinción a Pedro Nel Rodríguez

Miguel Angel Castilla y Anibal Madrid

Con María de los Santos en el estudio de
grabación

Magaly Cogollo de Unisinú entrega
distinción a Juan Doria

Mirta Buelvas entrega diploma a Jerónimo Pérez

Ilva Chogó entrega diploma a Omar González

Victor Zamora

Andrés Lopéz

Juglares en la Cuna de la Décima, Sabananueva

Daniela Petro

Guillermo Valencia Salgado, escritor e
investigador de la Tradición Oral

Wascar Cantero

Lázaro Cantero y su semillero

Decimera y comunicadora Ana Joaquina Pérez

Mariano Petro

Semillero en Montería

Ever Petro

Miguel Angel Castilla, María de los
Santos Solipá y César Solano

El investigador Miguel Angel
Castilla Camargo en Prensa
Escuela

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Tributo al Porro en Montería

11 y 12 de mayo de 2023. Tributo al Porro, proyecto apoyado por el Ministerio de Cultura, Programa Nacional de Concertación Cultural, en alianza con el Centro Comercial Nuestro, y desarrollado por la Fundación Río, es una plataforma de proyección, es el mismo entorno donde Alejandro Ramírez comenzó a cimentar junto a los Paternina, Guerra, Coi, Garcés, Galván, Herrera y tantas dinastías musicales, la construcción de ese legado del que todos nos sentimos orgullosos. PROGRAMA Mayo 11 de 2023 3:00 p.m. – 5:00 p.m. Taller de Danza: Como se baila el porro bajo la conducción de los reconocidos coreógrafos, José Pacheco y Rosiris Ávila donde se enseñarán los compases elementales del Porro con su respectiva contradanza, bozá, desenlace, cortejo y planimetría Mayo 12 de 2023 2:00 p.m. – 4:00 p.m. Exposición autóctona musical del Porro. Presentación de géneros vernáculos: Bandas de hojitas, Violina, Gaita, Chiflao y Banda Tradicional • Bandas de hojitas La capacidad creativa de los cordobeses se pone de manifiesto con esa amalgama polifónica que produce la hojita que como proceso pedagógico ha construido en medio siglo un movimiento músico recreativo en el que la niñez ha desarrollado un imaginario que se traduce en la interrelación del colectivo. Como expresiones lúdicas anexas al movimiento bandístico estas agrupaciones tan singulares se abren paso en medio de las influencias urbanas. • Violina La navegabilidad de ríos como el Magdalena, Cauca, San Jorge y el Sinú, además de las zonas lacustres compuestas por la infinidad de ciénagas ubicadas en la extensa depresión Momposina, permitieron la popularización en Colombia de la violina y de una gran variedad de productos provenientes del viejo mundo desde principios de 1900. Los primeros registros de existencia de este instrumento en Colombia datan de principios de 1900 en Cartagena, desde donde se enviaban a Santa Marta, Barranquilla, Magangué, Mompox, El Banco, Barrancabermeja, Lorica y San Marcos; por estos dos últimos puertos se comercializó la Violina a lo largo de la cuenca del Río Sinú y por el corredor del San Jorge que abarcaba hasta Ayapel y conectaba a través del río Cauca las provincias de Cáceres y Zaragoza en el departamento de Antioquia. • Porro Chiflao Es la forma más expresiva carente de instrumento físico que se da en Córdoba, donde a través de silbidos se interpretan, no solo porros, si no todo el repertorio de fandangos, paseos y merengues que suelen ser acompaños en la parte percutiva por el mismo formato de la banda tradicional. • Gaita Es la base musical que sustenta la creación del porro. Si bien escasean los exponentes, todavía quedan artistas que enaltecen esta expresión modal. • Banda Tradicional Es el movimiento vivo que idéntica a cada pueblo cordobés. La condición sociocultural y académica de sus intérpretes, en su gran mayoría de zonas rurales, enseña la importancia de una expresividad campesina que a pesar de la adversidad se mantiene en el tiempo. Mayo 12 de 2023 4:00 p.m. – 5:00 p.m. Historia Cantada del Porro. Presentación de la cantautora Aglaé Carballo, “la Reina del Porro” Exposición de repertorio de Porros. La cita es en el Centro Comercial Nuestro el 11 y 12 de mayo de 2023 Mayores Informes Cel 3005338107

Juglares 2023 de la mano de mincultura

Por Miguel Angel Castilla Camargo Más allá de los eventos que se realizarán los días 19 y 20 de abril de 2023 con el auspicio del Ministerio de Cultura, el Programa Nacional de Concertación Cultural, proyecto desarrollado por la Fundación Castilla, en alianza con el Centro Comercial Nuestro, la Gobernación de Córdoba y la Secretaría Departamental de Cultura, las razones de su implementación y puesta en marcha obedece a un pasado virtuoso que encuentra sus asideros en la historia. Córdoba antes de ser departamento, cuando aún pertenecía al Bolívar grande, siempre fue y sigue siendo feudal, machista y dominante. En el proceso de tenencia de la tierra referenciado por Fals Borda, Luis Striffler y los Archivos del Ministerio de Asuntos Extranjeros de Francia con relación a «la ley de los tres pasos» donde primero es el colono trabajador y productor; segundo el finquero comprador de mejoras, y por último el hacendado que consolida lotes y monopoliza la tierra, se puede vislumbrar que la voracidad colona se dio más donde se situaron las compañías enclaves repercutiendo en grandes extensiones convertidas en propiedad de unos pocos. Con razón existen versos lastimeros como: No mira el indio en ventana Porque su mirada es triste El indio es como la iguana Que en nuestros montes existe (Cantares de Vaquería – Jaime Exbrayat) La Tradición Oral siempre ha estado registrando los pormenores sociales dejando evidencia. Los Enclaves, que delinearon una época de explotación humana y ambiental, a finales del siglo XVIII, en el que la tierra es monopolizada, marcan una apertura nefasta desde 1844 con el establecimiento de la Compañía Francesa de Víctor Dujardin, Luis Striffler y Luis Lacharme, que consolidarían hasta 1913 la Compañía Francesa del Río Sinú (Antes compañía Francesa del Alto Sinú) representada en Montería por los Dereix, Enrique Kerguelén y Pedro Combat. Posteriormente arribarían los sirios libaneses con almas de conquistadores, pero al final depredadores como la gran mayoría. El espacio donde se desarrolla el proyecto Juglares sigue siendo después de muchos años la Córdoba compleja, atractiva para el foráneo, desproporcionada ambientalmente, tranquila “socialmente”, casi taciturna en su entraña campesina. Desde lo histórico, pasado y consumo moldean la identidad de dos córdobas. La que anhela patrones de conducta y la que olvida, pero no es capaz de imponer nuevos códigos. La crisis de identidad responde a la dialéctica de la dominación y escasa resistencia histórica, dinámica de una lógica laboral utilitaria: Burgos mandan en el Loro Cabrales en Montería Los Martínez en Lorica Y en Cereté los García Ahora mandan otros, descendientes de los citados. El contexto nos obliga a contar las penas y glorias. Contra la historia, los gestores construyen con las uñas, con sus sueños, con sus ínfulas de grandeza minúscula, aquello que todos llaman legado en medio de la incertidumbre y las nuevas formas sociales de ver el mundo, un mundo mezquino, cruel, bárbaro. Juglares, es un evento que retoma la historia de Córdoba, que en otrora recogía las expresiones y costumbres de campesinos que cantaban; certámenes como el Festival del Río y el Encuentro de Juglares que se realizaron hasta el año 2005, enseñaban el acervo oral de Córdoba. El proyecto Juglares va dirigido a toda la sociedad y en especial a los niños que desconocen parte de su identidad. El contexto donde se realizará el evento es la capital con cerca de 500 mil habitantes que han convivido en los últimos 30 años en medio de los flagelos de la guerrilla, paramilitares y bandas criminales con la variable permanente del narcotráfico que tal vez sea la causa de desarraigo, desplazamiento y pérdida de espacio terrígeno e identidad del cordobés. En consecuencia, es un número atractivo de pobladores, donde hay una franja permeada por lo rural, temerosa, y otra, urbana que ha perdido sus costumbres. Sin embargo, las dos confluyen a eventos de unos y otros, y ambos se preguntan ¿qué es tuyo y qué es mío? Y en especial se preguntan ¿cuánto hemos perdido? Como podemos advertir, el contexto social y cultural demanda un evento como Juglares, que propende por retomar la memoria histórica a través de la tradición Oral exponiéndola y proyectándola socialmente como evidencia argumentativa de su dinámica humana. Es importante redimir al abuelo, al griot que mantiene viva a su familia a partir de los relatos y vivencias que trascienden de generación en generación. Las causas de tantos problemas con sus consabidas consecuencias, justifica la realización de Juglares que se encuentra atado en el pasado y el presente. A ello se suma la corrupción lo que minimiza oportunidades e inversión en el campo sociocultural. El cambio de vocación del campesino y de la mayoría de su población rural, hacen perentorio rescatar su principal valor, la palabra. Este proyecto en su alcance y pertinencia propone no solo la reflexión en torno a la importancia de la Tradición Oral, si no que propende por enseñar y exaltar su importancia como mecanismo de comportamiento social frente a la naturaleza. Su importancia demanda paralelamente planes de salvaguardia del patrimonio con el fin de preservar el mayor referente cultural de los cordobeses. Por eso el 19 y 20 de abril de 2023 debes estar ahí para que adviertas lo que has perdido, y en especial, lo que puedes hacer.

Por Miguel Angel Castilla Camargo miguelcastillac@hotmail.com

Comencé y terminé esta investigación porque, de adolescente, el sacerdote Rafael García Herreros me enseñó a ser constante. Luego mi maestro, Simón Martínez Ubarnez, se convirtió en una especie de luz que me sigue guiando hasta el día de hoy. Por aquellas cosas del destino conocí a Orlando Fals Borda, con quien tuve el placer de compartir muchas reuniones y logramos construir una sólida amistad; se emocionaba cuando hablábamos de Córdoba, “he soñado que soy un Juglar” me decía cada vez que nos veíamos. Él me motivó a investigar repitiéndome, “arranque maestro y no se detenga”. Y esa frase inspiradora, fue la misma de mi entrañable amiga Soad Louis Lakah, la de Jorge, el hijo del compae “Goyo”, Guillermo Valencia Salgado; la de don Elías Bechara Zainúm, y la de mi abuela perdida Saray Castilla y sus hijos. Así lo hice por más de quince años conociendo rapsodas con los que cultivé una hermandad. Paralelo al trabajo escrito, adelantamos el registro de infinidades de obras en un estudio de grabación que se plasmaron en cinco Cds. El Ministerio de Cultura, El Archivo General de la Nación, La Gobernación de Córdoba y la Alcaldía de Montería fueron determinantes para concluir esta investigación; el trabajo de campo, la investigación bibliográfica y la confrontación de textos y otras fuentes, terminaron constituyendo el primer Corpus de tradición oral, piloto nacional que viene siendo replicado en México y Colombia. La pertinencia en el proceso de recolección de material, la metodología y el tratamiento de los datos durante 15 años, corroboran el rigor con que se adelantó esta investigación, que contó con el apoyo bibliográfico de la Biblioteca Luis Ángel Arango y La Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca. El trabajo in situ en la grata compañía de tantos sinsontes m permitió transitar por muchas fábulas, porque al convivir con un juglar no se sabe qué es real o irreal; en cada palabra y en cada verso interpretan sentimientos, costumbres, ocurrencias, mitos y leyendas que nos dicen que podemos transformar el mundo con nuestra imaginación. Por ello, desde Provenza hasta la Patagonia, y desde el occidente hasta el resto de los puntos cardinales de la tierra, podemos hallar formas expresivas de la décima que en su primigenia encontró, además de las epopeyas, estructuras silábicas de Endechas, Lloros, Plantos, Cantos Mortuorios y de Pastoreo, formas cortas armónicas que a la postre le ayudaron a construir su formato decimal. Esos abuelos, vigías de la memoria oral, me enseñaron que más allá de los recuerdos, la transculturización, la aculturización y la pertenencia por el verso, constituían el gran tratado de apropiación por la décima como el género oral que conjuga el sentir de celtas, griegos, italianos, franceses, españoles, árabes, portugueses y americanos. En tantos años de peregrinaje, pude concluir que mis amigos poetas parecían de otros tiempos, porque me hablaban cantando del emperador Carlomagno y los doce pares de Francia; de las hazañas de Bernardo del Carpio y Fierabrás, de la guerra de los mil días, del calvario de Jesucristo y hasta de Julia de Ambrosalié, la parodia sinuana de Romeo y Julieta. Y es que la décima en un contexto oral es el maná, es la salvación, el disfrute, la gloria. Sus orígenes, más allá de la etnografía y la lingüística, nos remite a un pasado virtuoso de glosas emilianenses, rosa de romances, églogas pastoriles, silbas de romances y cantares de gesta. La constante búsqueda de una métrica ideal para comunicarse sustenta ese trasegar del verso generando música, ideas y comportamientos. Desde la poesía aristocrática, señorial, pasando por los encomios africanos y las jarchas mozárabes, hasta el juglar campesino americano con sus consonancias forzadas, podemos sentir al trovador de Castilla, al rapsoda andaluz, al griot africano, al verseador del Caribe y al bardo anónimo que promulga sus cantares en cuartillas, quintillas, sextas, octavas, versos sueltos con esquemas antiguos de dieciséis y dieciocho sílabas, hasta el perfeccionamiento de la décima octosilábica de diez versos teniendo como gran referente a Vicente Espinel el cual, al igual que nuestros decimeros, viajó por esa extensa oralidad de donde no sólo se desprenden formatos silábicos, sino que se profundiza en esa musicalidad ancestral determinante en la condición humana de pueblos que aún dirimen problemas y salvaguardan sus costumbres a través de las herramientas orales cultivadas de generación en generación. Hoy, cuando la beligerancia impone criterios, nos quedan miles de formadores y semilleros de niños soñadores que siguen el manual de esos viajeros que van y vienen en el tiempo, pregoneros que promulgan lo que les sale de sus almas, espíritus gestados en esos genes vernáculos que impregnan descendencias, que trascienden la globalización, cúmulo de expresiones que en los contextos rurales se traduce en bajos niveles de mortalidad que nos invita a mirar sociológicamente la importancia de transmitir formas de producción bucólica que transforman, enriquecen y humanizan.

Contenido

ORIGENES

1. Bases Etnolingüísticas

1.1 Literatura y Doctrina

ROMANCE EN AMÉRICA

2. Transcendencia y evolución

2.1 Romances Comunes

2.2 Romances Carolingios

2.2.1 Influencia Carolingia en la Décima en America

2.3 Vestigios de Romance en la Décima en Colombia

2.4 Huellas de Romance inscritas en las Décimas en Córdoba

III

COMPLEJIDAD SOCIOCULTURAL

3. Convergencia Cultural hacia Córdoba

3.1 Matriarcado Oral

3.2 Enclaves

3.3 Auto Marginación

UNIVERSALIDAD

4. Referentes Filosóficos

4.1 Aplicabilidad del Proverbio en el Contexto Regional

4.2 Concepción Sociológica de los Proverbios

DIVERSIFICACIÓN DIALÉCTICA

5. Adaptación

INTRODUCCIÓN VERNÁCULA

6. Expresión Terrígena

6.1 Eufemística en los géneros orales

6.1.1 Relaciones mágico-religiosos

6.1.2 Manifestaciones sociopolíticas

6.1.3 Connotaciones sexuales

VII

DINÁMICA DE LA TRADICIÓN ORAL: TAN UNIVERSAL COMO LOCAL

7. Proceso de Aprendizaje

7.1 Fono expresión del decimero

7.2 Musicalidad

7.3 Improvisación

7.3.1 Verseadores del Caribe en décimas

7.4 Formatos de acompañamiento de la décima

VIII

LA ESPINELA

8. Fin de la discusión

LA DÉCIMA

9. ¿Qué es la décima?

9.1 Diversidad de la décima

9.2 Décima en Cordoba: Clasificación

9.2.1 Décimas Glosadas

9.2.2 Décimas Sueltas

9.2.3 Décimas de Esdrújula

9.2.4 Décimas de Pie Forzado

9.2.5 Décima de Doble Pie Forzado

REFERENTES

10. Sabananueva, Cuna de la Décima

10.1 Decimeros y poetas

10.2 Carencia de investigación: Mal referente

CORPUS INTRODUCTORIO

11. Décimas cordobesas

XII

CORPUS: VALORACIÓN FONOGRÁFICA DE LA DÉCIMA EN CÓRDOBA

12. Introducción

12.1 Compacto discográfico: Juglares de la Tradición Oral I

12.2 Compacto discográfico: Juglares de la tradición Oral II

12.3 Compacto discográfico: Semilleros de la Tradición Oral de Córdoba

12.4 Compacto discográfico: Tradición Oral de Montería

12.5 Compacto discográfico: Marceliano Mejía Carmona

XIII

Pedagogía en la Tradición Oral

13. La Décima como propuesta pedagógica

13.1 Metodología

13.1.2 Tradición Oral en Vivo

13.1.3 Estímulo a la Investigación

13.1.4 Cómo se hace una décima

13.1.5 Construcción de versos octosílabos

13.1.6 Elaboración de cuartillas

13.1.7 Aplicabilidad de la Décima

13.1.8. Agente Dinamizador

13.2 Articulación con los Medios de Comunicación

13.2.1 Proceso Educativo en Prensa Escuela: Experiencia con El Meridiano de Córdoba

13.2.2 Difusión de la Tradición Oral en Prensa Escuela

PRELUDIO

Tradición Oral

La Décima en Córdoba, Colombia

Comencé y terminé esta investigación porque, de adolescente, el sacerdote Rafael García Herreros me enseñó a ser constante. Luego mi maestro Simón Martínez Ubarnez se convirtió en una especie de luz que me sigue guiando hasta el día de hoy. Por aquellas cosas del destino conocí a Orlando Fals Borda, con quien tuve el placer de compartir muchas reuniones y logramos construir una sólida amistad; se emocionaba cuando hablábamos de Córdoba, “he soñado que soy un Juglar” me decía cada vez que nos veíamos. Él me motivó a investigar repitiéndome, “arranque maestro y no se detenga”. Así lo hice por más de quince años conociendo rapsodas con los que cultivé una hermandad. Paralelo al trabajo escrito, adelantamos el registro de infinidades de obras en un estudio de grabación que se plasmaron en cinco Cds. El Ministerio de Cultura, El Archivo General de la Nación, La Gobernación de Córdoba y la Alcaldía de Montería fueron determinantes para concluir esta investigación; el trabajo de campo, la investigación bibliográfica y la confrontación de textos y otras fuentes, terminaron constituyendo el primer Corpus de tradición oral, piloto nacional que viene siendo replicado en México y Colombia. La pertinencia en el proceso de recolección de material, la metodología y el tratamiento de los datos durante 15 años, corroboran el rigor con que se adelantó esta investigación, que contó con el apoyo bibliográfico de la Biblioteca Luis Ángel Arango y La Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca.

El trabajo in situ en la grata compañía de tantos sinsontes me permitió transitar por muchas fábulas, porque al convivir con un juglar no se sabe qué es real o irreal; en cada palabra y en cada verso interpretan sentimientos, costumbres, ocurrencias, mitos y leyendas que nos dicen que podemos transformar el mundo con nuestra imaginación. Por ello, desde Provenza hasta la Patagonia, y desde el occidente hasta el resto de los puntos cardinales de la tierra, podemos hallar formas expresivas de la décima que en su primigenia encontró, además de las epopeyas, estructuras silábicas de Endechas, Lloros, Plantos, Cantos Mortuorios y de Pastoreo, formas cortas armónicas que a la postre le ayudaron a construir su formato decimal.

Esos abuelos, vigías de la memoria oral, me enseñaron que más allá de los recuerdos, la transculturización, la aculturización y la pertenencia por el verso, constituían el gran tratado de apropiación por la décima como el género oral que conjuga el sentir de celtas, griegos, italianos, franceses, españoles, árabes, portugueses y americanos.

En tantos años de peregrinaje, pude concluir que mis amigos poetas parecían de otros tiempos, porque me hablaban cantando del emperador Carlomagno y los doce pares de Francia; de las hazañas de Bernardo del Carpio y Fierabrás, de la guerra de los mil días, del calvario de Jesucristo y hasta de Julia de Ambrosalié, la parodia sinuana de Romeo y Julieta.

Y es que la décima en un contexto oral, es el maná, es la salvación, el disfrute, la gloria. Sus orígenes, más allá de la etnografía y la lingüística, nos remite a un pasado virtuoso de glosas emilianenses, rosa de romances, églogas pastoriles, silbas de romances y cantares de gesta. La constante búsqueda de una métrica ideal para comunicarse, sustenta ese trasegar del verso generando música, ideas y comportamientos.

Desde la poesía aristocrática, señorial, pasando por los encomios africanos y las jarchas mozárabes, hasta el juglar campesino americano con sus consonancias forzadas, podemos sentir al trovador de Castilla, al rapsoda andaluz, al griot africano, al verseador del Caribe y al bardo anónimo que promulga sus cantares en cuartillas, quintillas, sextas, octavas, versos sueltos con esquemas antiguos de dieciséis y dieciocho sílabas, hasta el perfeccionamiento de la décima octosilábica de diez versos teniendo como gran referente a Vicente Espinel el cual, al igual que nuestros decimeros, viajó por esa extensa oralidad de donde no sólo se desprenden formatos silábicos, sino que se profundiza en esa musicalidad ancestral determinante en la condición humana de pueblos que aún dirimen problemas y salvaguardan sus costumbres a través de las herramientas orales cultivadas de generación en generación.

Hoy, cuando la beligerancia impone criterios, nos quedan miles de formadores y semilleros de niños soñadores que siguen el manual de esos viajeros que van y vienen en el tiempo, pregoneros que promulgan lo que les sale de sus almas, espíritus gestados en esos genes vernáculos que impregnan descendencias, que trascienden la globalización, cúmulo de expresiones que en los contextos rurales se traduce en bajos niveles de mortalidad que nos invita a mirar sociológicamente la importancia de transmitir formas de producción bucólica que transforman, enriquecen y humanizan.

ORÍGENES

1. Bases Etnolingüísticas

Para encontrar los orígenes de la décima, necesariamente hay que remitirnos a las Glosas Emilianenses^{^[1]}, redactadas en San Millán, provincia de Logroño, capital de La Rioja (España), en el año 920. No menos pueden ignorarse las antiguas Rosa de Romances, las Silvas de Romances y una gran serie de églogas del género pastoril.

Ángel Salcedo y Ruíz^{^[2]} en el libro Historia de la literatura española: Resumen de historia crítica, sostiene: «Anterior a los romances fronterizos, es de toda suerte, una canción popular, no romance, sino una serranilla morisca que según Marcelino Menéndez y Pelayo^{^[3]} debió ser compuesta por algún soldado de la frontera que entendía y hablaba el árabe».

La décima es la decantación de muchos formatos, géneros, estructuras e interpretaciones. Basta con remitirnos al ensayo: Vicente Espinel, la décima espinela y lo que de ellos dicen los decimistas^{^[4]}, de Maximiano Trapero, para darnos cuenta de su evolución en el tiempo.

ROMANCE ESPAÑOL EN AMÉRICA

2. Transcendencia y evolución

Ramón Menéndez Pidal en la obra Flor nueva de romances viejos^{^[1]}, afirma: «Los romances comienzan a ser oídos en los palacios desde 1445, en la corte de Alfonso V de Aragón; desde 1462 en la de Enrique IV de Castilla, y luego en la de los Reyes Católicos».

El trasegar del Romance recorre épocas y momentos históricos hasta decaer y ser ignorado por la escritura. De ello da fe Menéndez Pidal al expresar: «El Romance se ausentó casi completamente de la literatura y se refugió en los pueblos retirados y en los campos, entre la gente menos letrada».

El Romance es el resultado de una amalgama de influencias culturales que encuentra en América gran recepción. Enseña formas métricas que generaron la construcción de versos sueltos estructurados en cuartillas, quintillas, octavas y décimas. Uno de los mejores ejemplos lo constituye el estribillo «Mañanitas de San Juan», relacionado estrechamente con el refrán español «Agua de San Juan, quita vino y no da pan»...

COMPLEJIDAD SOCIOCULTURAL

3. Convergencia Cultural hacia Córdoba

Trasciende en la historia de Córdoba, por encima de la fertilidad de sus tierras y de su patrimonio cultural, su condición machista, ubicación geográfica, la radicación de enclaves explotadores, la colonización antioqueña, el desarraigo de emigrantes, la corrupción política y el albergue de guerrillas, paramilitares, narcotráfico y testaferrato. Lo antecede un nefasto proceso de evangelización acompañado de mecanismos de dominación como la violencia de la conquista, la ocupación territorial, el requerimiento, la repartición, la encomienda, la mayordomía o reclutamiento de indígenas, la esclavitud, la reducción, la doctrina, el tributo y el concertaje y el cabildo de vecinos.

UNIVERSALIDAD

4. Referentes filosóficos

La evangelización con su literatura básicamente religiosa, trajo consigo los proverbios, tal vez los mayores generadores y estimuladores del imaginario humano. Desde las religiones orientales, pasando por los Vedas^{^[1]}, el Zend Avesta^{^[2]} hasta la Biblia, los proverbios se encuentran presentes en todas las civilizaciones. A principios de 1335 fueron populares los refranes, cuentos y moralejas de El conde de Lucanor en España, al igual que en el siglo XIV los Proverbios castellanos de don Sem Tob de origen judío. Qué más ajustado que el concepto de Agustín L. Cannobio al respecto, «si los refranes son vox populi son también vox diaboli». El refrán «Detrás de la cruz está el diablo», consignado en El Quijote, resume el anterior concepto.

La mayor influencia de los Españoles a la tradición oral americana la constituyen las fiestas de tipo religioso, en especial las del Corpus Christi^{^[3]} que aunque datan de 1264 (Concilio de Trento, papa Urbano VII), llegaron a América en 1545. A partir de ese momento es cuando realmente aparece el diablo como símbolo a través de la palabra; esta figura acompañada de todos los postulados de la iglesia católica, se fusionó con lo indígena y posteriormente con la santería negra, generando todo tipo de mitos y leyendas en bien de la oralidad.

[1] Vedas: Lengua sánscrita de los arios.

[2] Zend Avesta: Texto sagrado de la antigua Persia.

[3] Corpus Christi: Cuerpo de Cristo.

DIVERSIFICACIÓN DIALÉCTICA

5. Adaptación

Transculturización, aculturización y multiculturalidad, además de ser tres términos complejos, dinamizan constantemente la oralidad. La tradición no puede encajarse en lo estrictamente tangible, de allí que, al tratar de comprenderla, hallaremos lo inescrutable de géneros que proponen nuevas investigaciones más allá de la antropología, la sociología y la etnolingüística.

Acogiéndonos a los postulados de la globalización, tan antiguos como la existencia humana, analizaremos la evolución de métricas universales, existentes en el departamento de Córdoba.

La transformación, la conjugación y la mezcla de ideas, es la constante que rige la tradición oral. Un ejemplo de ello lo constituye el estribillo «Mañanitas de San Juan» y el refrán «Agua de San Juan, quita vino y no da pan». El apotegma original lo hallamos en el Nuevo corpus de la antigua lírica popular hispánica^{^[1]}:

Agua de por San Xuan^{^[2]}, Kita vino i no da pan

En el mismo libro hallamos el siguiente verso:

El agua de por San Juan

Quita vino y no da pan

Las riñas de por San Juan

Todo el año paz nos dan

[1] Frenk, Margit. Nuevo corpus de la antigua lírica popular hispánica. Fondo de Cultura Económica. México, 2003.

[2] Xuan: Juan en Castellano antiguo

INTRODUCCIÓN VERNÁCULA

6. Expresión terrígena

Los cantos mortuorios, fúnebres, de lloro, velorio o zafra, también conocidos en Europa como endechas o planto, constituyen una de las primeras muestras universales de expresión bucólica. Sus orígenes son diversos y complejos, al extremo que fueron prohibidos por Alfonso X^{^[1]}.

La investigadora María Teresa Linares Savio, en el Simposio sobre la décima en Las Palmas de Gran Canaria, en 1994, afirma: «Los cronistas y costumbristas describen unas tonadas de punto que comenzaban con un ay o ay-el-ay, por lo que lo llamaron “llanto”».

La mejor evidencia de endechas lo constituye la cita bíblica de Génesis 50:10 «Y llegaron hasta la era de Atad, que está al otro lado del Jordán, y endecharon allí con grande y muy triste lamentación; y José hizo a su padre duelo por siete días».

Igualmente, en el libro 2 de Samuel 3:33 dice:

Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo. Y endechando el rey al mismo Abner, decía: “¿Había de morir Abner como muere un Villano?” “Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos; caíste como los que caen delante de malos hombres”.

DINÁMICA DE LA TRADICIÓN ORAL: TAN UNIVERSAL COMO LOCAL

7. Proceso de Aprendizaje

Como en todas las sociedades eminentemente rurales, el proceso de aprendizaje de los géneros orales se ha dado por repetición, de generación en generación, dejando casi en su totalidad la escritura en un segundo plano. Si bien en el departamento de Córdoba existieron Caballerías, donde habitaban españoles letrados y la labor pastoral trajo consigo literatura, la apropiación por lo literario está ligada a lo estrictamente auditivo. Escuchar, memorizar y repetir constituye un ejercicio histórico en el que lo escrito ha sido aceptado a cuenta gotas. Bajo estos parámetros puede ser considerada una sociedad mixta con una clara inclinación hacia la apropiación oral.

La memorización como mecanismo de aprendizaje universal de la tradición oral, al igual que las obras La Ilíada y La Odisea, eran creaciones básicamente orales atadas a patrones «métricos» que coinciden con las investigaciones expuestas por Milman Parry y Albert Lord. Ellos establecieron que las fórmulas métricamente dispuestas gobernaban la composición de la antigua epopeya griega y que era posible cambiarlas de un lugar a otro con bastante facilidad, sin interferir con la trama o el tono del poema. Esto refuerza la tesis de aprender inicialmente viendo y escuchando cantar. A ello habría que sumarle la rima, la asonancia y la consonancia, como variables que facilitan la memorización.

Lo desconocido, como factor determinante en la construcción filosófica de los pueblos donde la oralidad tiene vigencia, tiende a consolidar la leyenda, el cuento y el mito en una realidad. La vertiente que más provecho le ha sacado a las tradiciones orales es la música, tal vez por ello su definición como obra va más allá de los signos y sus formas interpretativas.

Lévi–Strauss y Madou J. P., al hablar de la concepción estructural de la obra musical, consideran la estructura como «el lazo de unión entre mito y música». Es importante tener en cuenta estos conceptos porque en las músicas tradicionales —como las cultivadas en Córdoba— las diferentes formas orales suelen considerarse formas musicales que en la mayoría de los casos son arrítmicas.

La memorización de los versos y el constante dejo o estribillo han marcado la tendencia de rimas definidas por la consonancia. La comunicación permanente entre las comunidades ha permitido que esta se legitime como una expresión colectiva con alteraciones, expresiones y temáticas definidas. Según Walter J. Ong en la oralidad «las formulas ayudan a aplicar el discurso rítmico y también sirven de recurso mnemotécnico, por derecho propio, como expresiones fijas que circulan de boca en boca y de oído en oído».

DÉCIMA O ESPINELA

8. Fin de la discusión

El catedrático e investigador Maximiano Trapero, en el ensayo Vicente Espinel, la décima espinela y lo que de ellos dicen los decimistas, nos hace una clara biografía de quien ha originado controversia a través de la historia, pero de quién se conoce muy poco. Afirma Trapero:

Vicente Martínez Espinel nació en Ronda (Málaga), en 1550. Fue bautizado en la parroquia de Santa Cecilia el 28 de diciembre del mismo año. Fue su primer maestro el bachiller Juan Cansino, quien le enseñó latín y música, artes que habían de darle mucha fama en vida. Cuando contaba alrededor de los 20 años, marchó a estudiar a Salamanca, pero coincidió allí con las algaradas provocadas por el proceso seguido contra Fray Luis de León en 1572, que obligaron a cerrar la Universidad, y Espinel tuvo que retornar a su ciudad natal. No tuvo de aquel primer viaje a Salamanca gran provecho para sus estudios, pero su viaje de ida y vuelta por los destartalados caminos y por las yermas tierras de España le abrieron el espíritu y llenaron su memoria de tipos humanos, de mesones y arrieros, de visiones y costumbres, de conversaciones con caminantes, de las mil trampas y fullerías de la vida picaresca, que vaciaría después en su Marcos de Obregón. Ya en Ronda, unos parientes suyos instituyeron una capellanía y lo nombraron su primer titular. Volvió de nuevo a Salamanca donde, ahora sí, se dedicó de lleno a sus estudios, destacando en el mundillo intelectual de la ciudad del Tormes por sus grandes dotes de poeta y músico, permaneciendo en ella por dos años.

Agrega:

Tenía el espíritu aventurero de la época (de manera paralela a Cervantes) y se alistó en la Armada. Viajó por España (Vizcaya, Navarra, Aragón, Valladolid, Sevilla); fue hecho cautivo, sirviendo en Argel como esclavo de un renegado; liberado, marchó a Italia (Génova y Milán) y de allí a Flandes, incorporándose al ejército de Alejandro Farnesio. Regresó a Italia, residiendo en Lombardía durante tres años, en pleno ejercicio de sus dotes artísticas. Regresado a su ciudad natal con el deseo de tener un retiro tranquilo, ya en plena madurez, se ordena sacerdote y obtiene un «Beneficiado de las iglesias de Ronda», título que hará constar en sus libros. Pero dura poco su retiro rondeño: echa de menos la vida brillante de las letras a la que se había acostumbrado, le atrae el ambiente de corte y vuelve a Madrid. Allí le nombran capellán y maestro de música del obispo de Madrid y allí pasa los últimos años de su vida, con una inmensa reputación entre sus contemporáneos y rodeado de la admiración general. Muere en Madrid en 1624.

LA DÉCIMA

9.1 Diversidad de la décima

El investigador Fernando Nava, en su participación como ponente en el Simposio Internacional sobre La Décima, realizado en Las Palmas de Gran Canaria en 1992, expresó:

En los estratos populares del continente americano, existe una serie de manifestaciones literario–musicales (a veces únicamente de tipo verbal) cuyo común denominador es la estrofa conocida como décima. En su realización, además del esquema literario, coinciden ciertas temáticas, así como algunas formas de enunciación, entre otro buen número de elementos. A pesar de ello y del hecho innegable de un origen común –o muy próximo– emergido de la décima espinela, encontramos de una macro –o mini– región a otra, gran cantidad de variantes formales. Estas van de una simple décima suelta, pasando por una serie abierta de varias estrofas con un hilo temático conductor; hasta diversas maneras de glosa, con cabida a varios asuntos, distintas formas discursivas, etc.

La décima actual es la simbiosis de muchas estructuras. En el libro Antología de Romances Castellanos de Agustín Castelblanco P., encontramos una forma antigua de composición de dieciséis versos:

En los reinos de León

El casto Alfonso reinaba:

Hermosa hermana tenía,

Doña Jimena se llama,

Enamorárase de ella

Ese conde de Saldaña,

Más no vivía engañado,

Porque la Infanta lo amaba,

Muchas veces fueron juntos,

Que nadie lo sospechaba;

De las veces que se vieron

La Infanta quedó preñada

La Infanta parió a Bernardo,

Y luego monja se entraba;

Mandó el Rey prender al Conde

Y ponerle muy gran guarda.

REFERENTES

10. Sabananueva, cuna de la décima

En el año 2000, en una entrevista dada por Miguel Ángel Castilla al periódico El Tiempo, en la que sostenía que Sabananueva era «La Cuna de la Décima» por el arraigo, por la cantidad de exponentes, y porque en sus calles cualquier persona tenía una espinela a flor de labio, los amigos del municipio de Campo de la Cruz en el Atlántico, indignados contestaron que eso era falso.

Aunque los del contexto barranquillero querían demostrar que la décima estaba viva en su entorno, y que existía un poblado con juglares por doquier, eso para Castilla Camargo, además de representarle alegría, le indicaba que a pesar de estar Campo de la Cruz tan expuesta a tantas influencias urbanas, más que Sabananueva, podía mantener activa esta expresividad del viejo mundo.

El tiempo cronológico ha ido pasando, arrasando, unas veces con el contubernio del Estado y otras con la implantación de flagelos como el paramilitarismo, la guerrilla, el narcotráfico y la politiquería. Para tristeza de los habitantes de Campo de la Cruz y de Sabananueva, ambas han perdido, y a las dos las amenaza esa carencia de política cultural, que para el caso de Córdoba ha permitido que se implemente un evento sin el soporte académico.

Independientemente del mal manejo del festival del 2005 al 2013, plataforma natural para la proyección de la décima, se puede notar la gran ausencia de un semillero y de procesos que cultiven esta expresividad. La historia parece repetirse a pocos pasos en el Festival Nacional del Porro, donde las rencillas políticas, la carencia de investigación y la desaparición del movimiento bandístico en su principal estación natural, enseñan un cuadro desolador.

Pero, contra todas las adversidades, como si se tratara de una manifestación imperecedera, Sabananueva sigue mostrando un patrimonio oral, que de no preservarlo podría sufrir las mismas consecuencias de otras expresiones.

CORPUS INTRODUCTORIO

11. Décimas cordobesas

Este Corpus está compuesto por décimas que no se registraron en los trabajos fonográficos^{^[1]} expuestos en el siguiente capítulo. Es una muestra del gran acervo oral que los cordobeses reconocen como propias. Reflejan la filosofía de un pueblo dinámico que construye en cada verso su forma de ver y entender la vida.

[1] Compendio de cinco trabajos fonográficos producidos por el investigador Miguel Ángel Castilla Camargo, que constituyen el principal registro oral realizado en Colombia.

CORPUS: VALORACIÓN FONOGRÁFICA DE LA DÉCIMA EN CÓRDOBA

12. Introducción

Este inventario fonográfico, corpus lingüístico^{^[1]} sin antecedente alguno en Colombia, que comenzó a realizarse después del trabajo de campo desde 1994 hasta el 2000 y que continuó hasta el 2015, es el producto de más de 20 años de esfuerzos en el campo bibliográfico y el trabajo in situ, compartiendo, debatiendo y confrontando con juglares de la tradición oral que en su mayoría han fallecido, pero que a través del registro auditivo nos dejaron un material histórico invaluable.

Esta investigación auspiciada en sus inicios por el Ministerio de Cultura, y luego por la Gobernación de Córdoba y la Alcaldía de Montería, planteó desde su gestación una Valoración real de la expresividad campesina, siendo registrada con la normatividad para la recolección de patrimonio, sin distorsionar las obras originales con sus dejos bucólicos y características inherentes.

La participación activa de intérpretes, poetas, compositores y exponentes de todos los rincones de Córdoba, fue una tarea titánica, dada la época en que se realizó, con actores armados en los contextos donde se adelantaban dichas tareas, y por la prevención ideológica que siempre existirá contra los investigadores.

Facilitó este trabajo, la condición humana de esa gran pléyade de cultores del campo que, en sus inicios, influenciados por la subvaloración social, poca importancia le daban a su quehacer oral, pero que paulatinamente, con la metodología participativa de la investigación, fueron apropiándose de ella, haciendo de la misma un verdadero proyecto de vida.

De ese largo proceso de preservación costumbrista, que al final recibió su recompensa en el fomento de semilleros, queda la dignificación de un oficio que en otrora se le asociaba a menesteres poco atractivos. En la actualidad, son muchos los rapsodas que van por pueblos, instituciones académicas y eventos donde exponen con categoría repertorios que invitan a la reflexión.

Los compactos discográficos, cinco en total, producidos por el investigador Miguel Ángel Castilla Camargo, compilan una muestra general de ese sentir del campo, que propende por identidades atadas a lo productivo y lo humano.

Para orgullo de Córdoba, esta Valoración de la Tradición Oral, representa el piloto de un país, teniendo como gran referente el corregimiento de Sabananueva en el municipio de San Pelayo, considerada «La Cuna de la Décima», primera Estación de la Tradición Oral en Colombia.

[1] Corpus lingüístico: Conjunto o agrupación de muestras idiomáticas del lenguaje expuestas de forma oral o escrita. Es una muestra amplia de usos de una lengua.

PEDAGOGÍA EN LA TRADICIÓN ORAL

13.1 La Décima como propuesta pedagógica

Aprender jugando, es el ejercicio lúdico que han ensayado nuestros juglares, los viejos rapsodas del campo que una vez fueron niños que, a través del disfrute de la palabra, de los sonidos, construyeron y siguen construyendo espacios para la tolerancia y el respeto, tan necesarios para la convivencia.

El conocimiento de la lengua materna, se encuentra estrechamente ligada a su cultura, y una forma de preservarla es el hábito, la repetición y la exposición como diálogo espontáneo para la formación. Los valores, códigos, patrones de conducta, están inherentes en la creación, en la forma conceptual de interrelación social; al construir una décima, no solo se elabora un tratado fonético expresivo, sino que se expone la defensa cultural de una región y se preservan conocimientos a través de elementos culturales que reafirman la identidad.

Enseñar teniendo como referente la décima, sugiere conocimientos previos sobre la misma, orígenes, fundamentos, formas de construcción, estímulo a la investigación y formas creativas que encontramos en los capítulos restantes.

Si bien el acervo decimal tiene sus orígenes en lo oral, la escritura facilita la memorización. Al respecto, Havelock^{^[1]}, sostiene:

Una vez inscritas, las palabras en un documento quedan fijadas, y fijado está también el orden en el que aparecen. Toda la espontaneidad, la movilidad, la improvisación y la agilidad de la respuesta del lenguaje hablado se desvanecen. La elección y el orden originales de las palabras se pueden corregir, pero solo mediante una escritura ulterior que reemplaza una versión de permanencia en otra (como en un procesador de textos).

[1] Havelock, Eric A. La musa aprende a escribir. Reflexiones sobre oralidad y escritura desde la antigüedad hasta el presente. Editorial Paidós, Barcelona, 1996.

CORPUS DE LA TRADICIÓN ORAL DE CÓRDOBA

Este inventario fonográfico, corpus lingüístico sin antecedente alguno en Colombia, que comenzó a realizarse después del trabajo de campo desde 1994 hasta el 2000 y que continuó hasta el 2015, es el producto de más de 20 años de esfuerzos en el campo bibliográfico y el trabajo in situ, compartiendo, debatiendo y confrontando con juglares de la tradición oral que en su mayoría han fallecido, pero que a través del registro auditivo nos dejaron un material histórico invaluable. Esta investigación auspiciada en sus inicios por el Ministerio de Cultura, y luego por la Gobernación de Córdoba y la Alcaldía de Montería, planteó desde su gestación una Valoración real de la expresividad campesina, siendo registrada con la normatividad para la recolección de patrimonio, sin distorsionar las obras originales con sus dejos bucólicos y características inherentes. La participación activa de intérpretes, poetas, compositores y exponentes de todos los rincones de Córdoba, fue una tarea titánica, dada la época en que se realizó, con actores armados en los contextos donde se adelantaban dichas tareas, y por la prevención ideológica que siempre existirá contra los investigadores. Facilitó este trabajo, la condición humana de esa gran pléyade de cultores del campo, que en sus inicios, influenciados por la subvaloración social, poca importancia le daban a su quehacer oral, pero que paulatinamente, con la metodología participativa de la investigación, fueron apropiándose de ella, haciendo de la misma un verdadero proyecto de vida. De ese largo proceso de preservación costumbrista, que al final recibió su recompensa en el fomento de semilleros, queda la dignificación de un oficio que en otrora se le asociaba a menesteres poco atractivos. En la actualidad, son muchos los rapsodas que van por pueblos, instituciones académicas y eventos donde exponen con categoría repertorios que invitan a la reflexión. Los compactos discográficos, cinco en total, producidos por el investigador Miguel Ángel Castilla Camargo, compilan una muestra general de ese sentir del campo, que propende por identidades atadas a lo productivo y lo humano. Para orgullo de Córdoba, esta Valoración de la Tradición Oral, representa el piloto de un país, teniendo como gran referente el corregimiento de Sabananueva en el municipio de San Pelayo, considerada «La Cuna de la Décima», primera Estación de la Tradición Oral en Colombia.